¿Qué representa La Nueva Jerusalén del Apocalipsis?

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¿Qué representa La Nueva Jerusalén del Apocalipsis?

Hace unas semanas se me hizo esta pregunta y pensé que sería bueno compartir la respuesta con todos ustedes:

En el libro de apocalipsis vienen muchas ciudades mencionadas, pero estas ciudades representan ideas y no solamente lugares físicos (no es un libro de historia). Estas ciudades típicamente se personifican como mujeres.  Roma aparece como la gran ramera que vimos en el 17:1 y es llamada también Babilonia; la ciudad cuyos gobernantes destruyeron a Jerusalén y el primer templo y a la que los judíos fueron desterrados. Y aunque estas ciudades existen (o existieron en la vida real) más bien representan ideas. Babilonia y Roma eran los poderes corruptos influenciados por Satanás y representan en el Apocalipsis lo corrupto, la riqueza mundanal, lo despiadado. La gran ramera es representante de la corrupción humana, la gran “porneia” de donde nos viene la palabra pornografía.  Roma influenció a todos los pueblos a su alrededor al igual que Satanás a corrompido al mundo y el pecado del hombre ha infectado todas las buenas cosas que Dios creó. Esta es la esencia de Roma/Babilonia: corrupción humana.

De igual manera, así como Babilonia y Roma no son en el Apocalipsis ciudades físicas, la nueva Jerusalén tampoco lo es. La nueva Jerusalén es también representada como mujer, la esposa del cordero, y la “Cuidad Santa” (19:7, 21:2, 9). Babilonia y la Nueva Jerusalén son polos opuestos y contrastantes. 

La Nueva Jerusalén representa la unión con Cristo de los creyentes que se mantuvieron fieles a pesar de sufrimientos y persecución. Son aquellos que gozarán de vida eterna y participarán de la resurrección porque no “fornicaron” con las riquezas de este mundo o comprometieron el mensaje del evangelio y se han mantenido espiritualmente puros. A diferencia de las riquezas y corrupción de Roma/Babilonia, la Nueva Jerusalén ofrece un tesoro escondido de VIDA ETERNA que es inalienable a las persecuciones del mundo. Eso es lo que representa la Nueva Jerusalén: el regalo de la vida eterna a los fieles por medio de la sangre del Cordero.

En parte tomado del Libro “The Theology of the Book of Revelation” del muy eminente estudioso Richard Bauckham.

 

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