8 Peligros del Evangelio de la Prosperidad
El evangelio de la prosperidad es la idea de que Dios quiere que, como cristiano, goces de salud, bienestar financiero, y bienes materiales. Aclaro: no hay nada malo con tener salud, ser rico, tener bienes materiales o ser feliz. El problema es cuando ponemos esto como LO MÁS IMPORTANTE, y más aún, lo relacionamos con el evangelio de Cristo.
En este escrito corto, voy a enunciar ocho razones por las que debemos abandonar y/o evitar el evangelio de la prosperidad.
- El evangelio de la prosperidad NO ES evangelio de Cristo. Es un falso evangelio, una imitación barata. El evangelio es este: El hombre fue creado por Dios para tener una relación con él y reinar sobre la tierra, pero el hombre se reveló contra Dios siguiendo sus deseos (Gen 3. pecado). Más Dios en su infinita misericordia, envió a su Hijo Jesucristo para saldar la cuenta de nuestros pecados muriendo (Juan 3:16) en una cruz y resucitando de entre los muertos. Y si le aceptamos por fe y confiamos en su sacrificio (Ef. 2:8-10), somos reconciliados con él para vivir eternamente(Ap. 21:6-7). Ese es el resumen que dá Pablo en 1 Cor. 15:1-7. En ningún lado se menciona la salud, el dinero, bienes materiales. El foco es la Vida Eterna.
- El evangelio de la prosperidad te lleva al ateísmo. Hace un par de años, una madre desesperada me pidió hablar con su hijo. Después de 20 años en un hogar cristiano, su hijo decidió hacerse ateo. Indagando en sus razones me confesó: «crecí en una iglesia donde sólo hablaban de dinero y lo pedían a cada rato». Esto fue lo que inició su descenso. Obviamente hubieron mas razones, pero esta es la que él me dio como el punto pivotal de su deconversión.
- Las “declaraciones positivas” del evangelio de la prosperidad no son bíblicas. He visto cómo gente irresponsable “declara” y “arrebata” sobre enfermos moribundos y finalmente cuando mueren, las familias del difunto quedan con una fe debilitada o la pierden por completo. Dios no es un genio de la lámpara. Dios hace milagros por su sabio beneplácito; oremos con fe por sanidad pero siempre dentro de SU voluntad perfecta.
- El evangelio de la prosperidad causa tentación a los Pastores. Si Dios quiere que seas rico y goces de salud, esto más vale que empiece con el Pastor. Esto puede ocasionar que el Pastor busque las cosas de este mundo antes de las cosas de Dios (Mat. 6:33). Por algo muchos tele-evangelistas sufren resbalones morales con frecuencia.
- El Evangelio de la prosperidad requiere de terrible hermenéutica (interpretación bíblica). Muchos predicadores de la prosperidad se basan en sentimentalismo y retórica para convencer a sus víctimas. Y cuando citan escritura, usualmente lo hacen fuera de contexto para injertar sus ideas disparatadas y así, “torturan” a los textos bíblicos para que digan lo que ellos quieren.
- El evangelio de la prosperidad ignora lo que la Biblia dice de la pobreza. La biblia habla de ayudar a los pobres y necesitados, no que declaremos palabras de bendición sobre ellos y, si no se hacen ricos, culpemos a su “falta de fe”. El cristiano debe ayudar al pobre, no aprovecharse de él. Esto lo viví claramente en mis viajes a África.
- El evangelio de la prosperidad ignora que Dios a veces usa enfermedades. Hay gente que no busca a Dios sino hasta que están boca arriba en una cama de hospital. Dios ha usado, y seguirá usando, enfermedades para hacer que dependamos de él. Lo mismo hizo con Pablo y su aguijón en la carne. ¿Qué le faltaba fé al gran apóstol Pablo? Claro que no! Absurdo.
- El evangelio de la prosperidad es una vergüenza. Frecuentemente tengo conversaciones con ateos y agnósticos, y algo que dicen es que nunca podrían ir a una iglesia donde la gente tiene “risa del espíritu” o se arrastran convulsionados, o el pastor les “derriba” con la “fuerza del espíritu” haciendo de la iglesia un teatro parecido a una película de Star Wars en combinación con “dumb and dumber”. Obviamente esto no es un fenómeno general, pero sucede en muchas iglesias que predican este falso evangelio. Si no me crees, ve este video con millones de visitas. Pablo habla de orden en la iglesia:
“Así que, si toda la iglesia se reúne y todos hablan en lenguas, y entran algunos que no entienden o no creen, ¿no dirán que ustedes están locos?” (1 Cor. 14:23)
Cómo extra, compartimos un video corto del Dr. Miguel Nuñez acerca de este tema:
No solo debemos tener orden en la iglesia, sino orden en nuestra doctrina con un evangelio bíblico; con Cristo y la Resurrección en el centro de nuestra predicación.