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Muchos ateos e inclusive cristianos piensan que la fe es sinónimo con “ignorancia” o que la fe cristiana es “fe ciega”. Nada está más lejos de la realidad.
Esto me recuerda a la película de Indiana Jones y la Última Cruzada. En este film, el protagonista tiene que pasar por varias pruebas para salvar a su Padre. Una de ellas es dar “un paso de fe” que consiste en caminar sobre un abismo que aparentemente no tiene soporte. En realidad el precipicio tiene un puente que se mimetiza con el extremo opuesto de la pared de la caverna, y así, al dar un paso, Indiana Jones cae a salvo sobre el puente.
Tristemente esto no es lo que la palabra fe significa en el Nuevo Testamento (la palabra griega para fe “pistis”). A pesar de que esto debería ser obvio al leer la Biblia, muchos ateos insisten en usar la definición de “fe ciega” para la palabra fe. Cuando les pido un ejemplo en donde el Nuevo Testamento usa «fe» para referirse a «fe ciega», ellos siempre mencionan Juan 20:29,
“Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron”.
Aquí lo importante es hacer notar que ¡el “no haber visto” no es lo mismo que no tener evidencia! De hecho Tomás tuvo muchísima evidencia de que Jesús fue quien dijo ser antes de la resurrección. Jesús básicamente le da una buena regañada a Tomás por su escepticismo extremo, que precisamente es lo mismo que hacen muchos ateos.
Jesús pudo haberle dicho algo así a Tomás:
“¿Y que de todos los milagros y señales que hice en tu presencia Tomás? ¡Qué vergüenza que eso no fue suficiente y que tomó una resurrección de entre los muertos para sacarte de tu escepticismo! ¿Qué no me viste resucitar a Lázaro, o alimentar a los 5000, o curar a los ciegos y cojos? ¿No fue eso suficiente, Tomás? ¡¿Cuánto tiempo estuviste conmigo y sigues con tus dudas y escepticismo?!”
De hecho, esto se vuelve evidente en el siguiente versículo (Juan 20:30):
“Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro”.
Así que cuando una persona cita este pasaje como evidencia de que la fe es una fe ciega, lo único que hacen realmente es volverse acreedores a la misma amonestación de Jesús por hacerse igual de híper-escépticos que Tomás. Esto es algo que debería ser vergonzoso y no algo digno de jactancia.
Lo bueno es que Tomás no se quedó ahí, sino que se volvió un gran evangelista y proclamador del evangelio (hasta el punto de martirio) dada la innegable evidencia de la resurrección de Jesús. No compartamos la duda de Tomás a pesar de la evidencia. Tengamos una fe razonable y fundada en evidencia.
De hecho la evidencia siempre antecede a la fe:
¿Para qué le otorga Dios a Moisés la habilidad de hacer milagros? Porque por medio de los milagros “creerán que se te ha aparecido Jehová, el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob” (Ex 4:5).
¿Para qué manda Dios plagas a Egipto? Porque así “sabrán los egipcios que yo soy Jehová” (Éxodo 7:5).
¿Para qué hizo Jesús milagros? “Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra” (Marcos 2:10).
El último ejemplo de esto viene de los apóstoles. Después de su resurrección, y con el propósito de reforzar la fe devastada de sus discípulos, Jesús les da “muchas pruebas convincentes” (evidencia, Hechos 1:3). Esto es reforzado en el ejemplo de Juan 20:30 ya mencionado. Así, podemos concluir que la fe viene como respuesta a la evidencia y no al revés.
Podemos concluir que la fe viene como respuesta a la evidencia y no al revés.
Si tenemos falta de fe o estamos batallando para creer, la respuesta incorrecta es simplemente “tener más fe”. Creo que la respuesta es analizar la escritura y analizar la evidencia tan preponderante que tenemos de la existencia de Dios y de la resurrección de Jesús. Eso resultará en fortalecer y aumentar la fe.
Un buen lugar para empezar es este libro gratis.
excelente post
Espero que la gente pueda entender esto, ya que muchos «cristianos» creen que debemos creer sin evidencia, y que aquellos que buscan cosas tangibles o que deban ser razonadas son incrédulos.