¿Es normal tener dudas y sentirse culpable?

¿Es normal tener dudas y sentirse culpable?

Por Chris Du-Pond

En estos días conversaba con una persona cercana que por mucho tiempo tuvo preguntas honestas acerca de DIOS. Algunas de ellas dudas importantes acerca Su bondad y carácter.

Es normal tener dudas. Sobre todo dudas emocionales.

Como ya he descrito en mi libro, Licencia para Dudar, hay tres tipos principales de duda: La duda intelectual, la duda volitiva y la duda emocional.

Lo que esta persona estaba experimentando era culpabilidad debido a dudas emocionales.

Si bien en mi libro explico lo que es la duda emocional y cómo enfrentarla, lo que no anticipé es que uno se puede sentir CULPABLE por empezar a dudar. Podemos sentirnos culpables porque sentimos que estamos cuestionando a DIOS. Y esto ciclo de duda-culpa puede convertirse en una espiral negativa: te sientes culpable por dudar de DIOS, y esa culpa te produce más dudas.

¿Cómo podemos salir de este ciclo?

Primero, hay que aceptar que estamos sufriendo de una duda. Por ejemplo, en estos días hemos estado viendo las noticias de la invasión rusa en Ucrania. Algunos especulan (no sin poco fundamento) que esto podría desatar la tercera guerra mundial y un holocausto nuclear. Al ver las noticias de niños sufriendo, del bombardeo de un hospital de maternidad en Mariupol donde tres personas murieron, una de ellas era un niño. Millones de refugiados. Todo esto es espantoso y es imposible no sentir tristeza, miedo y empatía por la gente en esta situación. Más aun, si creemos que DIOS es todopoderoso y bondadoso, ¿por qué permite todo esto? Nos puede causar dudas serias.

La respuesta intelectual ya la he abordado en otros apartados en mi blog y en mi serie de, “Por qué DIOS permite el mal”. Pero la pregunta no es meramente intelectual. Es principalmente emocional. Pero, ¿qué es exactamente lo que nos puede hacer sentir culpa?

Creo que son tres factores principalmente:

1. Como cristianos, amamos a DIOS, creemos que es bondadoso, pero cuando sufrimos cuesta trabajo creerlo y eso nos hace sentir culpables.
2. La iglesia a demonizado a los que dudan. Muchos lideres en la iglesia han hecho sentir menos a los que dudan en lugar de responderles y ayudarlos con amor, respuestas y paciencia.
3. La mayoría de la gente que duda no ha querido o no ha podido encontrar respuestas razonables a sus dudas.

Hablemos brevemente de cada una:

1. El sufrimiento puede hacernos dudar del carácter de DIOS. Tengo un capítulo completo en cómo lidiar con la duda emocional en mi libro. En resumen: tenemos que reconocer que estamos lidiando con emociones y confiar en que DIOS sigue siendo bueno a pesar del mal en el mundo. Después de todo, esta objeción ya ha sido destrozada intelectualmente. Ni DIOS ni Jesús aseguraron que no tendríamos sufrimientos en el mundo. De hecho Jesús dijo exactamente lo contrario: en Juan 16:33:

“En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo”.

Dios pretende purificarnos y probarnos, y eso a veces sucede con sufrimiento. ¡Acostúmbrate a la idea! Cuando llega el sufrimiento, es más fácil manejarlo cuando lo esperas y esto de ninguna manera mancha el carácter de DIOS. Después de todo, ya nos lo advirtió y al final, el cristiano verdadero es inmortal debido a la evidencia de la resurrección.

2. La iglesia ha demonizado a los que dudan. En el mejor de los casos, la iglesia en general no ha sabido lidiar con los “dudadores”.

En Licencia Para Dudar escribo:

Cuando me hice cristiano… comencé a hacerme preguntas como estas: ¿Creó Dios la tierra en 6 días literales? ¿Están en conflicto la ciencia y la religión? ¿Sucedió realmente la evolución? ¿Descendemos de Adán y Eva o de algún primate ancestro del mono?¹ Cuando le expresé estas preguntas a uno de mis pastores, hace ya más de 20 años atrás, abrió su biblia en Santiago 1:6 y me leyó lo siguiente:

Pero que pida con fe, sin dudar. Porque el que duda es semejante a la ola del mar, impulsada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, ese hombre, que recibirá cosa alguna del Señor, siendo hombre de doble ánimo (que duda), inestable en todos sus caminos.

Luego me dijo algo similar a: “Tu ten fe y no dudes”. Esto es como decirle a alguien con un dolor de muelas que simplemente “evite el dolor”.

Este experiencia no es única. Conozco a muchas personas que ha vivido algo similar. Por eso es muy importante saber tratar con los que sufren de dudas. Debemos ser capaces de demostrar por qué el cristianismo es verdadero y por qué otras cosmovisiones fallan en este mismo punto.²Esto es esencial para evangelizar en una era en donde casi toda persona tiene acceso ilimitado al Internet y donde nuestras creencias van a ser cuestionadas desde diferentes frentes en todo momento.

Es por eso que he escrito más de 300 artículos en este blog y he compartido decenas de clases en mi canal de Youtube.

 

Esto me lleva al último punto:

3. La mayoría de la gente que duda no ha querido o no ha podido encontrar respuestas razonables a sus dudas.

Por eso me alegra tanto que ya hay muchos más recursos para encontrar respuestas razonables a nuestras preguntas más apremiantes.

Hay que recordar que el cristianismo tiene una rica historia intelectual. Debemos retomar esa historia y ser cristianos pensantes. La fe no es una paso irracional al vacío. Es una confianza fundada en el Creador del Universo. Un creador que ha dejado sus huellas digitales en nosotros y en el universo para que le podamos encontrar y que se ha revelado en la persona de Jesucristo para que podamos acercarnos a Él.

Como dice el Salmo 145:18

Tú, Señor, estás cerca de quienes te invocan, de quienes te invocan con sinceridad.

Y tu, ¿Le estás invocando con sinceridad?

Espero que así sea en verdad.