¿Son los Exorcismos de Jesus un Invento de la Iglesia?
Recientemente uno de mis lectores me hizo llegar una objeción que algunos escépticos utilizan para desacreditar el carácter milagroso de Jesús.
Dicen que “La doctrina de que Yeshua era un ‘exorcista’ es posterior, o sea, se gesta en los concilios de la iglesia de Roma”.
Luego siguen diciendo que el endemoniado Gadarenos simplemente tenía un “trastorno de múltiples personalidades”. Y que Jesus “no creyó en los demonios”.
Luego ofrecen Mateo 12:24-25 (fuera de contexto) y afirman:
“Qué gran mentira! Belcebú paso a ser Satanás de manera automática, increíble! Usted debe creer que dicha escritura es inspirada por dios, pero, le tengo que informar que no, aquí está la prueba irrefutable de una gran mentira propaganda como verdad absoluta. Yeshua nunca hablo en ese relato de Satanás; todo ese gran engaño es invento de los sacerdotes que hicieron el canon de la biblia”.
Creo que hay suficientes errores de hecho y falacias en este pequeño fragmento para un blog completo.
- Primero, el “canon de la biblia” no fue hecho por sacerdotes. Para un estudio completo de la forma en que nos llega la Biblia ver F. Bruce: The Cannon of Scripture. Aquí simplemente los autores de este escrito muestran su completa ignorancia acerca del tema con un tono decididamente anti-católico romano.
- Segundo: El afirmar que “La doctrina de que Yeshua [Jesus] era un ‘exorcista’ es posterior, o sea, se gesta en los concilios de la iglesia de Roma” es demostrablemente falso. Déjeme explicar:
Me gustaría aclarar primero que cuando los cristianos escuchamos este tipo de afirmación, no dejan ser más que eso y una afirmación no es un argumento.
Una afirmación no es un argumento
Pero para fines de análisis, desempaquemos las objeciones:
Estas personas están citando el evangelio de Mateo exclusivamente y citan solo un pasaje ignorando el resto de la evidencia (y el resto de las escrituras). El primer evangelio que se escribió fue el evangelio de Marcos. Cuando estudiamos escritos históricos siempre hay que ir a las fuentes más tempranas. Veamos que dice Marcos en el primer capítulo:
“Y entraron en Capernaum; y los días de reposo, entrando en la sinagoga, enseñaba. Y se admiraban de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas. Pero había en la sinagoga de ellos un hombre con espíritu inmundo, que dio voces, diciendo: !!Ah! ¿qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Sé quién eres, el Santo de Dios. Pero Jesús le reprendió, diciendo: !!Cállate, y sal de él! Y el espíritu inmundo, sacudiéndole con violencia, y clamando a gran voz, salió de él. Y todos se asombraron, de tal manera que discutían entre sí, diciendo: ¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es esta, que con autoridad manda aun a los espíritus inmundos, y le obedecen?”
La autoridad de Jesús de echar demonios y de curar se ve en el inicio de su ministerio en el primer evangelio. Este exorcismo inicial alude a las implicaciones escatológicas de su proclamación: “El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado” (v.15).
No solo eso. En el v. 13 Jesus es tentado por Satanás por cuarenta días:
“Y estuvo allí en el desierto cuarenta días, y era tentado por Satanás, y estaba con las fieras; y los ángeles le servían”.
La palabra utilizada aquí para Satanás es Σατανα̂ς. Que es la forma griega del arameo para Satán, adversario. Es curioso que los autores de esta objeción no mencionan los 7 libros del Antiguo Testamento donde se menciona Satán (Gen., 1 Cron., Job, Salmos, Isa., Ezeq., & Zac.), tampoco hacen mención que TODOS, todos los libros del Nuevo Testamento mencionan a Satán y que Jesus mismo habla de Satán aproximadamente 25 veces. Así que a los autores escépticos al menos les faltan 24 pasajes que analizar y concluir que Jesus no hablaba de Satanás. Para un estudio completo de Satanología y demonología, ver mi estudio aquí (capítulos 5, 6 y 7).
Así que para que este argumento tenga fuerza, los objetores necesitan mostrar un argumento real. Luego tendrían hacer una exégesis de todos estos pasajes que mencionan a Satanás y demonios (ángeles caídos) y explicar cómo es que el personaje de Satanás es un simple invento de la iglesia católica o de los concilios romanos que no sucedieron sino hasta siglos después.
Por otra parte, ya he argumentado en otro escrito que el evangelio de Marcos se escribió entre el 45-50 D.C. asi que es imposible que estos escritos hayan sido inventos de la iglesia en Roma.
Luego dicen: “Si Belcebú existiera, entonces, existe otro dios, por tanto, es una gran contradicción”.
Estos señores no saben lo que es una contradicción. Una contradicción es que X sea X y ~X (no X) al mismo tiempo en el mismo sentido. Una mujer no puede estar embarazada y no embarazada al mismo tiempo. Esto es una contradicción real. Pero lo que ellos muestran no es una contradicción. Un estudio sistemático de la escritura enseña que Satán y sus demonios son ángeles caídos, no dioses. Esto es absurdo.
Y finalmente los escépticos escriben:
“Los evangelios fueron escrito en su original en el idioma Griego, la palabra – Daemon- que se traduce como demonio al español denota a seres sobrenaturales, pero para la creencia de los griegos es ambigua, o sea, esos seres pueden ser buenos y malos. Para el cristiano el demonio es totalmente malo, o sea, aquí hay un error grave y esto sucede porque se trata de creencias sin fundamento que fueron adoptadas en el cristianismo durante la historia y que no representa ninguna verdad”.
Aunque el concepto de Daemon fuese ambiguo para los griegos (no citan sus fuentes), aquí no estamos tratando con escritos hechos por griegos. Son escritos en griego escritos por discípulos de Jesus (o conocidos de los apostoles como Marcos y Lucas), en su mayoría judíos en un ambiente helénico. Afortunadamente el contexto de los pasajes siempre le quita la ambigüedad a los escritos, aparte de que un demonio bueno en el Nuevo Testamento no es nada menos que un ángel y el Nuevo Testamento los distingue perfectamente usando la palabra griega “ἄγγελος” (o ángel) que quiere decir mensajero.
Aunque todas estas palabras significasen no un demonio sino otra cosa, en Marcos 1:23, y 3:11 se utiliza el término “espíritus inmundos” del griego “πνεῦμα ἀκάθαρτος”. Esto también aparece en Hechos 5:16, 8:7, Apocalipsis 16:13 y 18:2. Si estos no son demonios malignos, o espíritus malos, no sé que son…
Esto es lo que sucede cuando los escépticos tratan de infundir sus presuposiciones al texto. Un claro ejemplo de lo contrario de lo que es la exégesis: la correcta interpretación del texto. Esto que tratan de hacer se llama Eiségesis, y es una práctica que debemos evitar a toda costa. Dejemos que el texto hable por sí solo.
Gracias a Donato por hacerme llegar este escrito.