MALOS ARGUMENTOS CONTRA LA RESURRECCIÓN. Respuesta a un ex-pastor.

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MALOS ARGUMENTOS CONTRA LA RESURRECCIÓN.

Respuesta a un ex-pastor.

Por Chris Du-Pond, M.A.


La apostasía en la iglesia no es nada nuevo. De hecho mi último artículo habla de ello. Hace poco, un pastor hispano con algunos seguidores en linea anunció que abandonaba no solo su ministerio sino también la fe cristiana. Para mi sorpresa, decidió rededicar su página de ministerio para oponerse al cristianismo de manera sarcástica, burlona y vitriólica. Precisamente uno de sus primeros artículos los ha dedicado a atacar la evidencia de la resurrección en mi blog.

Esta es mi respuesta.

Cito su artículo completo en color negro y mi respuesta a cada punto en color azul.

Quisiera hacer constar que no tengo nada personal en contra de esta persona (de hecho ni la conocía ni crucé comunicación con ella antes de que publicara su artículo), y me sorprende mucho que haya escogido mi persona y mi escrito como sujetos de sus ataque, pero bienvenida la crítica. A continuación mi respuesta para edificación de los lectores:

Como contexto, el artículo que ataca esta persona es la evidencia de la resurrección.
Si quieres leer primero el artículo original del escéptico, basta con leer primero las letras negras.

NOTA: Si sabes a quién me refiero, favor de no mencionarlo por nombre en este espacio. Mi petición es por una doble razón: 1) No es mi intención avergonzarlo, y 2) Quiero evitar chismes y controversias mayores así como no darle más importancia de la que merece.


Para la elaboración de un discurso explicativo de algún evento histórico, se precisa considerar TODA la evidencia en su CONJUNTO, porque de otra manera no se puede hacer una evaluación realista ni una discriminación justa de la historia.(1) No se puede, por ejemplo; tratar los reclamos de la resurrección de Jesús aparte de la confiabilidad general de la Biblia, dado que están íntimamente ligados y van lado a lado en el análisis. Si se pretende aducir que las declaraciones de la Biblia son del talante que se pretende, y que la coherencia interna de sus dichos y hechos nos dan confianza para tomarla como bastión en el tema de la resurrección, entonces no se puede obviar las pretensiones que la misma biblia hace sobre ella, es decir, que es “inspirada” por dios y por tanto es veraz.


RESPUESTA: Hay aquí una confusión seria acerca del método histórico. El historiador no requiere de analizar TODA la evidencia en CONJUNTO para hacer una evaluación realista de la historia (por cierto, el escéptico hace referencia al libro de Licona y Habermas, pero en ninguna parte afirman esto). Lo único que necesita un historiador es evidencia suficiente. Por ejemplo, para establecer la credibilidad de un hecho, típicamente es suficiente contar con dos fuentes independientes. Esto lo afirma el Dr. Paul Meier, Historiador de la Universidad de Michigan:

“Muchos hechos de la antigüedad se apoyan en una fuente histórica. Dos o tres fuentes vuelven el hecho intachable”.1

Según los historiadores, hay un estándar mínimo de herramientas y métodos que se aplican a los datos para establecer un hecho como histórico. Y no se requieren ni de todos los datos ni de todas las herramientas para establecer la historicidad de algún acontecimiento (estos métodos y herramientas las cito cuidadosamente en mi escrito de la resurrección). Por ejemplo, la muerte de Jesús es un hecho prácticamente indiscutible. Tenemos fuentes bíblicas y extrabiblicas de esto y en cada grupo tenemos de 5 a 7 fuentes independientes en los primeros 150 años después de la muerte de Jesús (material reciente). Uno podría ignorar las fuentes bíblicas y la crucifixión seguiría siendo un hecho histórico. Incluso podría usar sólo 2 fuentes. Lo único que hacen las fuentes adicionales  es aumentar significativamente la certeza de tal hecho histórico en la escala de probabilidades. En otras palabras, más fuentes hacen que el hecho sea más plausible, probable y creíble.

Por cierto, lo mismo sucede en material legal. Uno no necesita incluir TODA la evidencia de un asesinato. Sólo necesita evidencia suficiente. Esto sucede todo el tiempo. El juez determina qué evidencia es admisible en un juicio legal y con frecuencia rechazan evidencia o datos débiles o cuya cadena de custodia es dudosa.

El escéptico dice que “No se puede, por ejemplo; tratar los reclamos de la resurrección de Jesús aparte de la confiabilidad general de la Biblia”.

Aquí surge el verdadero problema del escéptico: inspiración/inerrancia. Claro que se pueden tratar los reclamos aparte de la confiabilidad general de la Biblia. Al historiador no le interesa si tal o cual libro es divinamente inspirado, lo que le interesa es saber si los datos que está estudiando sobre el evento en cuestión son confiables y para ello acudirán al criterio histórico que utilizarían con cualquier otro documento. De igual manera, al historiador no le interesará lo que digan los Proverbios si estos documentos no tienen información sobre el evento en cuestión, que es la resurrección. Incluso uno podría dejar la gran mayoría de la Biblia sin analizar y asumir que son escritos míticos, y con un puñado de escritos, analizar la veracidad histórica de la resurrección. Eso es precisamente lo que Habermas y Licona han hecho y he plasmado en el artículo original de la resurrección.

De hecho, el Dr. Habermas ha descubierto unos 11-20 hechos mínimos que avalan la hipótesis de la resurrección pero sólo usa unos 4, 5 o 6 en sus debates o charlas, porque es eso es suficiente para establecer la veracidad de la hipótesis de la resurrección como la mejor explicación.

La veracidad del cristianismo se basa en la historicidad de la resurrección, no en la inerrancia o confiabilidad inmaculada inspiracional y total de la Escritura. Ahora, estoy convencido de que toda la Escritura tiene marcas de autenticidad. Pero eso tomaría mucho más tiempo en demostrarse y aparte, no es necesario hacerlo si el núcleo de la resurrección es verdad. La resurrección es condición necesaria y suficiente para establecer la verdad del cristianismo. Una persona honesta puede empezar con la pregunta: ¿Cuál es la base del cristianismo? Y la respuesta es: la resurrección. Y comenzar por ahí. Uno no necesita certeza absoluta de la confiabilidad de TODA la Biblia para concluir que la resurrección sucedió y por ende el cristianismo es verdad.


No obstante, en su escrito sobre la certeza histórica de la resurrección de Jesús, (8) Chris du Pond acude a la metodología de “hechos mínimos” presentada por el Dr Mike Licona y Gary Habermas, que se conoce justamente por evitar TODA LA EVIDENCIA y favorecer solo aquellos elementos que permiten crear un silogismo aceptable de inferencias, evitando los que pueden ser contraproducentes o “irrelevantes”, como el mismo Licona lo menciona: “Este enfoque considera SOLO AQUELLOS DATOS que están fuertemente atestiguados históricamente y que son aceptados por casi todos los académicos que estudian el tema, incluso los más escépticos… Presentamos nuestro caso usando el ‘más bajo denominador común de los hechos acordados. Esto mantiene la atención en el tema central, en lugar de desviarse en asuntos que SON IRRELEVANTES”. (2)


RESPUESTA: Primero, mi escrito no es sobre la “certeza histórica de la resurrección”. De hecho, la palabra “certeza” no aparece en el cuerpo de mi escrito. Lo que el escéptico quiere hacer el establecer la inerrancia como el estándar de autenticidad y de ahí eliminar el cristianismo porque no cumple con su estándar. Como hemos dicho, lo único que se necesita es evidencia suficiente, no evidencia exhaustiva. Volviendo a la corte legal, el estándar de culpabilidad es que la evidencia incrimine al asesino “más allá de la duda razonable”. Es decir, no se necesita que la evidencia vaya más allá de toda duda. Pero ese es el estándar que el escéptico trata de establecer.


La pregunta: ¿Qué tiene en mente Licona cuando utiliza la palabra “Irrelevante?, ¿Cuáles son esos datos irrelevantes? ¿Qué es irrelevante según ellos? ¿Bajo qué criterio los consideró como tal?, pues él mismo lo responde en la siguiente página: “Una de las fortalezas de este enfoque es que EVITA EL DEBATE SOBRE LA INSPIRACIÓN DE LA BIBLIA. (3)

Lo que convierte al libro de Licona en un simple “ALEGATO ESPECIAL”, a favor de la erudición cristiana, en donde se nos ofrecerá un silogismo de “hechos mínimos” no todos los hechos; para llevarnos a concluir que en efecto Jesús resucitó. Este ALEGATO ESPECIAL ya fue señalado por el profesor Loftus (que dicho sea de paso ha invitado en varias ocasiones a Licona a debatir este tema y este se ha negado ver aquí) este librito, que los cristianos usan como estandarte de la “nueva apologética” no es más que un reciclado de menor valor que los argumentos de los presuposicionalistas. (Para mí mucho más coherentes) ya que en virtud de cualquier desacuerdo, ellos simplemente retiran de la mesa los “hechos” a los que la otra parte se opone. En otras palabras, no hay debate, a menos que sea como ellos lo plantean.


RESPUESTA: Licona lo único que hace es evitar un debate que no tiene que ver con certeza absoluta sino con evidencia razonable y suficiente. No es ningún alegato especial. Es un argumento basado en evidencia suficiente, amplia, que incluso la mayoría de escépticos aceptan. Si pensamos en esto, el problema del escéptico es de confusión de epistemología y de ontología (que por cierto es el mismo problema del presuposicionalismo). Es decir, cómo sabemos que el cristianismo es verdad (esta es la pregunta de epistemología y se responde hoy analizando evidencia histórica) y qué es lo que hace que el cristianismo sea verdad (esta es una pregunta de ontología y la respuesta es la resurrección).

En los primeros 50 años del cristianismo, la mayoría de los creyentes no tuvieron acceso a las Escrituras y menos sabían leer. Ni siquiera podían saber si las escrituras eran inerrantes o inspiradas o confiables. Tal vez tenían unas cartas de Pablo, posiblemente los evangelios y otros escritos copiados, pero no una carpeta llamada “Nuevo Testamento”. ¿Tenían entonces TODA la evidencia de la resurrección? No, según el estándar del escéptico. Lo que tenían era acceso a los testimonios confiables y suficientes de sus antecesores que a su vez tuvieron 2 características:

1) Acceso a la verdad por su cercanía a los hechos y

2) Testimonios frescos de quienes estuvieron dispuestos a sufrir y/o morir por lo que habían presenciado.

En otras palabras, tuvieron evidencia suficiente en forma de testigos y cercanía epistémica, no de escrituras exhaustivas, inspiradas e inerrantes.

Así que el cristianismo es verdad mucho antes de que tuviéramos una escritura inerrante/inspirada ya que está basado en el hecho histórico de la resurrección aunque la Escritura y otros escritos externos son parte de esa evidencia de la historicidad de la resurrección para nosotros hoy porque nos viene de esos testigos. Es como tener un mapa de la ciudad de México, encontrar un error en el mapa, y de ahí concluir que la ciudad de México no existe. ¡ABSURDO! Es todo lo contrario: el mapa de México existe porque existe un lugar físico llamado Ciudad de México que los ingenieros copiaron. Y lo único que necesito hacer para establecer que México existe es proporcionar suficiente evidencia (y miles de mapas de compañías independientes pueden ser parte de tal evidencia).


La pregunta esencial es: ¿Por qué en el caso específico de la resurrección, el Sr. Licona simplemente obvia la inspiración bíblica, que se supone es el reclamo interno de una coherencia perfecta, en un documento que aun evocando eventos sobrenaturales nos invita a confiar en el? Sencillo, porque si quitas esa pieza, todo el castillo de naipes se cae.


RESPUESTA: Licona no “obvia” la inspiración. Simplemente inspiración no es el estándar histórico. Otra cosa es que el escéptico no nos define lo que entiende por inspiración. Así que la objeción queda completamente ambigua.
Creo que con esto se establecen los errores del escéptico y podría dejar hasta aquí el escrito. Sin embargo proseguiré ya que en el siguiente bloque se me menciona de manera específica.


LA INCONSISTENCIA DE CHRIS DU POND

Lo que me lleva a Chris DuPond y su apologética, su inconsciente disonancia cognitiva lo ha traicionado en este escrito, llevándolo a exponer en unas sencillas palabras, ese conflicto interno entre ser un creyente (un verdadero cristiano) y ser un aparente defensor de la fe. Y aquí explico porque:

Al Inicio de su escrito, ChrisDuPond hace alusión (en tono de esperanza) a un pasaje bíblico que reza así: “Porque yo vivo, ustedes también vivirán”. (5)

Y remata con las siguientes palabras de explicación: “Pero estas palabras son consoladoras SOLAMENTE si SON REALMENTE VERDAD; ya que, SI JESÚS NO RESUCITÓ de entre los muertos, de hecho, YO TENDRÍA ESPERANZAS FALSAS.

En lo personal, creo que DuPond ha sido muy honesto al escribir dichas palabras, y me atrevería a conjeturar que sin darse cuenta, proyectó esa disonancia cognitiva de lo que le supone la aceptación por vía de la experiencia de un evento narrado en la biblia como la resurrección de Jesús y su intención de comprobarlo a través de las disciplinas académicas como la historiografía citando a Licona. En este escrito, señalaré esa gran incongruencia que existe entre el apologista evidencialista, y lo que se supone debe creer como cristiano.


RESPUESTA: Suponiendo que mi disonancia psicológica sea real, mi estado mental es IRRELEVANTE e independiente de la evidencia de la resurrección. Lo que el escéptico necesita hacer es mostrar que la evidencia es carente y/o que los argumentos no son plausibles. No analizar mi psique o lo que debo o no creer como apologista cristiano.

Sin embargo sigamos analizando. Aquí es donde los errores más evidentes del escéptico surgen.


  1. La apologética de DuPond contradice los atributos de Dios. Dios, en la teología cristiana, es el creador. Por tanto, se cree que dios es metafísicamente necesario. Dios no requiere una explicación especial para su existencia y la biblia ciertamente no se detiene a darla. Se cree que Dios es, como decía Tomás de Aquíno, el “Ente necesario” (6) porque es eterno; Dios no tiene principio y, por lo tanto, no necesita una causa para su existencia. Él es “La causa incausada”. Si Dios no fuese eterno entonces significaría que comenzó a existir en un momento, por lo tanto, necesitaría una causa para explicar su existencia. Esa causa, y no Dios sería el creador entonces. Si Dios necesitara una causa para su existencia, Dios sería un Ser metafísicamente contiguo. Dios no es contiguo en la teología cristiana. El universo, para la teología cristiana, es metafísicamente contigente; es decir, comenzó a existir y no es eterno. Por lo tanto, necesita una causa para su existencia para explicar por qué existe. Los cristianos creen que Dios es esta causa.

Todo bien hasta aquí.


RESPUESTA: Este es el único bloque contiguo de este escrito con el que estoy completamente de acuerdo.


  1. Otro atributo, relacionado con la necesidad metafísica de Dios es la necesidad moral. Se cree que Dios es moralmente necesario. Lo que implica que Dios no puede hacer nada malo. Dios no puede hacer nada malo, no que podría hacerlo si quisiera, sino que elige no hacerlo acorde a su naturaleza. De lo contrario, Dios sería un moralmente contigente como los humanos, mientras que de Dios se dice que “él no tienta ni puede ser tentado a pecar”. O “Dios no es hombre para mentir”, su naturaleza hace imposible que Dios mienta. Esto tiene mucho sentido si se cree que Dios es un ser moralmente necesario

RESPUESTA: Aquí empezamos con problemas de ambigüedad porque no se define lo que se entiende por “verdad” o qué teoría de verdad usa el escéptico ya que, como veremos, el relaciona este concepto de verdad con inerrancia. Y esto es precisamente lo que hacen aquellos que atacan la inerrancia: no definen bien lo que entienden por “verdad” o por “error”, luego proceden a encontrar “verdades a medias” o “errores” y deciden que la escritura tiene un error y la descartan por completo. Lo que ignoran es que Dios no nos dejó un manifiesto matemático o teoremas de física en la Escritura, sino que se comunicó en lenguaje cotidiano.

Por ejemplo, si le digo a mi hija de 3 años que ya es hora de dormir porque el sol también ya se fue a dormir, ¿estoy mintiendo? Depende. Si el estándar es precisión retórica absoluta, es mentira. El sol es una estrella y no duerme. Pero cotidianamente usamos este lenguaje porque es entendible para la mente de una niña de 3 años.

Si digo que el sol se pone a las 7 PM, ¿Estoy mintiendo? Depende. El sol no se “pone”, sino que se pierde de vista en el horizonte debido a la rotación terrestre.

Cuando Jesús dijo que la semilla de mostaza era la más pequeña, ¿Estaba mintiendo? Depende. Si el estándar es que Jesús estaba enseñando una clase de botánica a científicos del siglo 21, entonces Jesús se equivocó porque hay semillas más pequeñas. Pero si el estándar es una conversación con campesinos judíos familiarizados con la semilla de mostaza para enseñar una verdad espiritual en lenguaje cotidiano, Jesús dijo la verdad.

El escéptico no explica sus estándares y eso  introduce ambigüedad al resto del escrito aunado a errores de lógica.

  1. Si es imposible que Dios mienta, entonces lo que Dios dice es verdad por definición. Si Dios dice algo, entonces lo que Dios dice no puede ser falso y debe ser necesariamente cierto. Por lo tanto, si Dios por medio de sus apóstoles (atestiguado en la Biblia) declara que Dios ha resucitado a Jesús de la muerte, entonces “¡DIOS RESUCITÓ A JESÚS DE LA MUERTE!” lo que SERÍA NECESARIAMENTE CIERTO DADA LA NATURALEZA DE DIOS EN LA TEOLOGÍA CRISTIANA. No hay forma de que pueda ser falso. Por lo tanto, la resurrección, como explicación de la tumba vacía, y el origen de la fe de la resurrección, debe ser una explicación histórica NECESARIA dado el carácter ontológico de Dios tal y como lo cree el cristianismo. No puede ser una explicación históricamente contigente NO PUEDE SER LA MEJOR EXPLICACIÓN O UNA INFERENCIA DE DATOS. Argumentar que la resurrección es la mejor explicación es decir que es posible que la resurrección no haya sucedido, por lo tanto, en la teología cristiana, la resurrección es una explicación histórica necesaria o es falsa. (esto lo deja clarísimo DuPond en sus breves líneas)

RESPUESTA: No sólo es ambigua la definición y el uso de “verdad” sino que el término “necesario” no sólo no es definido sino que lo usa de distintas maneras que son incongruentes, ilógicas y accidentadas, especialmente aplicados al método histórico.

Explico a continuación:

¿Qué significa que algo sea necesario?

El concepto de necesidad va ligado con el concepto filosófico de “mundos posibles”. Aquí no hablamos de mundos “reales” o de otros mundos en el universo. Es un simple ejercicio de lógica para discernir la coherencia de ciertas proposiciones.

Un mundo posible es una manera en que el mundo pudiese ser. Se puede pensar en mundos posibles como una descripción máxima de la realidad.

Por ejemplo, 2+2=4 es verdad en todo mundo posible. No hay situación alguna en que 2+2 pueda ser otra cosa que 4. Entonces decimos que 2+2=4 es un resultado necesario. 2+2 no puede ser otra cosa que 4 en cualquier mundo o situación imaginable posible.

Esto lo explican JP Moreland y William Lane Craig claramente (Ver Philosophical Foundations for a Christian Worldview, Página 72 en adelante):

“En semántica de mundos posibles, una verdad necesaria se interpreta en términos de su valor de verdad en todo mundo posible. Afirmar que un estatuto P es verdad en un mundo posible W significa que si tal estado existiera realmente, entonces P sería verdadero. Así pues, una verdad necesaria es aquella que es verdad sin importar en qué mundo posible se pudiese actualizar. Esto a diferencia del concepto de Falsedad Posible. Falsedad posible es un estatuto que es falso en al menos un mundo posible. Un estatuto que es verdad en algunos mundos o falso en otros es contingente en cuanto a su verdad o falsedad.

Ahora, debemos tener mucho cuidado al lidiar con estatutos modales porque a veces hay ambigüedad en cuanto a que si la necesidad en cuestión se refiere a una proposición (de dicto) o a una cosa que posee cierta propiedad (de re). Si algo tiene una propiedad esencial, entonces la tiene en todo mundo posible en el que tal cosa pueda existir, aunque tal cosa no exista en todo mundo posible”.

Así, por ejemplo, si afirmamos, “Necesariamente, Sócrates es un ser humano”, no significa que la proposición “Sócrates es un ser humano” es verdad en todo mundo posible ya que Sócrates no existe en todo mundo posible. Lo que esto significa es sólo que Sócrates es humano. A veces esta ambigüedad se acentúa. Por ejemplo, “Necesariamente, Dios es bueno” puede entenderse como, ya sea, que la afirmación “Dios es bueno” es verdad en todo mundo posible o que Dios es esencialmente bueno aunque haya mundos posibles en que no exista, o ambos.

Ahora, a la luz de esto, el escéptico mezcla la necesidad de proposiciones (de dicto) con necesidad de propiedades (de re). Dice que Dios es un ser Necesario (de dicto) y luego usa esto para afirmar la necesidad de la veracidad de la Escritura, lo cual es simplemente incoherente y un non-sequitur.

Aunque Dios sea un ser necesario se deben aclarar los siguientes puntos:

1) El que dios sea un ser ontológicamente necesario no significa que la creación sea algo necesario. Es decir, es concebible un mundo posible en donde Dios no crea este universo o universo alguno.

2) Dado #1, Dios no está en necesidad metafísica de crear este mundo, o crear una Escritura inerrante o inspirada que se ajuste al estándar de verdad del escéptico. De hecho, Dios pudo haberse revelado de muchas otras formas sin una Escritura inspirada.

3) Dios pudo no haber mandado a su Hijo a morir. De hecho la misma Escritura dice que Jesús eligió dejar su gloria y venir. Pero esto fue un acto de misericordia y de elección libre (Filipenses 2:5-11).

El escéptico aquí intenta establecer la inerrancia bíblica a partir de un argumento falaz, y liga (o trata de ligar) este argumento falaz al método histórico diciendo “Por lo tanto, la resurrección, como explicación de la tumba vacía, y el origen de la fe de la resurrección, debe ser una explicación histórica NECESARIA dado el carácter ontológico de Dios”.

Lo que muestra hasta aquí el escéptico es su total confusión en asuntos de lógica y necesidad metafísica, y el método histórico.

Añadiendo a esto, lo que el escéptico tampoco entiende, es que el argumento de la resurrección como la mejor explicación se presenta en un ambiente de debate académico, incluso si uno está comprometido con la verdad de que la resurrección es la ÚNICA explicación, uno no puede presentar esta respuesta a un público que está buscando respuestas no presuposicionalistas sobre el debate de la existencia de Dios. El otro punto que el escéptico no entiende, es la relación de implicación que existe de A como explicación de B. Si la afirmación “A es la explicación única y necesaria de B” es verdad, entonces la afirmación “A es la mejor explicación de B”, que es una afirmación más débil que la primera, ¡también es verdad dada la verdad de la primera! Así que no hay nada falaz, inválido o deshonesto en decir que la resurrección es la mejor explicación para los hechos concernientes.2.


El problema que esto crea para DuPond es doble. En primer lugar, muestra que la resurrección no puede calificar como una explicación histórica propiamente dicha porque el sello distintivo de cualquier teoría histórica es la falsificación y la capacidad de prueba.


RESPUESTA: No me queda claro por qué la resurrección no califica. Esto se llama naturalismo metodológico. ¿Acaso el escéptico sólo admite explicaciones naturalistas? Pero, ¿Por qué admitir sólo explicaciones naturalistas? Para esto, entonces el escéptico tendría que demostrar que el naturalismo es la posición de default y que el naturalismo es verdad más allá de la duda razonable.


En segundo lugar, decir que hay “evidencia” y “hechos” a favor de la resurrección, es decir que la tumba vacía y el origen de la fe cristiana son eventos históricamente contingentes, lo que contradice directamente el atributo divino de la necesidad moral.


RESPUESTA: La afirmación anterior es claro ejemplo de la confusión entre necesidad de proposiciones (de dicto) con necesidad de propiedades (de re) como explican Moreland y Craig.


Y si lo que los apologistas hacen, es solo CONFIRMAR lo que ellos ya creen, es sesgo, no es trabajo historiográfico que precisa de ser falsificable, sino evangelización de creencias que ellos ya asumen por la fe, por lo que la resurrección no califica como explicación histórica.


RESPUESTA: El argumento de los hechos mínimos es una inferencia a la mejor explicación o un argumento inductivo. Lo curioso es que el escéptico no ha dado respuesta al argumento de los hechos mínimos. Lo único que ha hecho es tratar de subir el estándar de autenticidad usando lógica fallida y falta de definición en sus términos, lo que lleva a un desastre de incoherencias. El método de los hechos mínimos de la resurrección de Jesús sigue intacto a mi parecer. Y por si fuera poco, tampoco ha demostrado que hay errores en la Escritura o que no es inspirada. Ha levantado un confuso intento de hombre de paja y ni siquiera lo ha podido derribar.

Por otro lado, parece que el escéptico aquí hace referencia al concepto de “fe” como algo contrario a la evidencia o carente de evidencia. Suficiente con afirmar que como cristiano no concuerdo con esa definición. Fe no es creer sin evidencia sino confiar sin reservas en alguien o algo digno de tal confianza, y tal confianza se gana con conocimiento (información/evidencia) y tiempo.


Conclusión:

DuPond tiene tres opciones, según lo veo; 1. Dejar de jugar al defensor de la fe de manera evidencialista y ser coherente con lo que se supone debe creer como cristiano en relación con sus escritos sagrado,  lo que lo dejaría con la opción de la apologética presuposicional, con la cual no tengo ningún problema, como no tengo problema con ningúna otra persona que sea feliz creyendo en este o aquel dios. 2. Reconocer que no es fiel del todo a los principios que evoca la teología cristiana en cuanto a la naturaleza de Dios. O, 3. Aceptar, como han aceptado muchos otros cristianos en el mundo y en el tiempo, (véase mi ejemplo de Soren Kierkkerggard) (7) que la resurrección es una cuestión de fe y experiencia no una cuestión de datos y falseabilidad.

Esperemos Chris se anime a ser coherente, como yo lo he sido al abandonar la fe que profesaba al encontrar que no la necesitaba más.

¿Ahora entienden porque en el debate de la resurrección de manera astuta los nuevos apóstoles de la fe omiten la inspiración bíblica? Se cae el castillo.


RESPUESTA: En toda esta disquisición confusa del escéptico ex-pastor no sólo no ha establecido la inspiración bíblica como la base de la resurrección sino que tampoco ha demostrado que la inspiración bíblica (lo que sea que quiera decir con eso porque no lo define) sea falsa. Esto es un intento fallido, confuso e ilógico de meter la resurrección dentro de un contexto de inspiración para luego tratar de demoler la inspiración. El escéptico no ha hecho ni una ni otra.

Creo que la evidencia es sólida en cuanto a la resurrección y no hay necesidad de abandonar el argumento de los hechos mínimos o la apologética clásica y/o evidencial. Si este es el mejor argumento que el escéptico tiene en contra de la resurrección, no hay nada que temer, y yo le invitaría a reconsiderar su lógica, la evidencia y sobre todo sus presuposiciones ya que, al parecer, ha abandonado el cristianismo muy prematuramente. Los muros del castillo del cristianismo siguen de pie sobre el fundamento sólido de la resurrección. Lo único que ha hecho el escéptico es abandonar un tipo fe por otra. Una fe razonable por una fe sin fundamentos. 

 

  1. Paul L. Maier, In the Fullness of Time: A Historian Looks at Christmas, Easter, and the Early Church (San Francisco: Harper Collins, 1991), 197.
  2. Agradezco a mi amigo Jairo Izquierdo por este aporte

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8 thoughts on “MALOS ARGUMENTOS CONTRA LA RESURRECCIÓN. Respuesta a un ex-pastor.”

  1. Me causa risa ver a alguien ser golpeado tan duramente por su propio muñeco de paja.
    Gracias Chris.

  2. Excelente respuesta, refutada punto por punto.Gracias DU-POND por tomarse el tiempo y refutar con argumentos serios los intentos que personas sin convicciones hacen por desacreditar las verdades cristianas.

  3. Me parece genial cómo expone las falacias lógicas y ambigüedades convenientes en las que se basa el artículo del esceptico.

    Este escéptico me recuerda mucho a Bart Ehrman, ya que los dos se basan en la doctrina de la inerrancia bíblica para respaldar su postura. En base a lo anterior, me gustaría pedirle algo: ¿Podría hacer una reseña profundizando un poco más sobre la doctrina de la inerrancia bíblica con el objetivo de aclarar mejor el punto de que aquella doctrina no tiene relación a la hora de validar la resurrección de Jesús como hecho histórico? Creo que me sería útil, y si no es así y me equivoco, igualmente me gustaría que me argumentase por qué no sería útil.

  4. Chris ,sería excelente si tratas del tema de la inerrancia bíblica ( ya que muchos que dicen hacer “crítica textual ” creen que toda carta que vean un mínimo error ya está o 1. Extrapolado 2. Es un texto muy tardío )

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