Enlace Original por el Dr. Clay Jones. Universidad de Biola.
Todos hemos escuchado alguna vez a alguien afirmar: «De nada sirve discutir con la gente.» A esta persona yo le preguntaría: «¿Me puede dar algunas razones de por qué cree eso?» Por supuesto, la razón es: «porque el discutir no trae nada bueno.» A este punto le aclaro a la persona que acaba de entrar en una discusión. Después de todo, «discutir» simplemente significa «dar razones de lo que usted cree», y eso es exactamente lo que han hecho.
El afirmar que, «La gente no debería discutir» es sólo otra de las ideas que Satanás y sus secuaces (¡e incluso a veces algunos cristianos!) propagan sin pensar.
Ahora bien, si «discutir» significa «dos personas que gritan y ninguno de los dos escucha», entonces desde luego estoy en contra de tal modo de proceder y comportarnos. Pero ya que “discutir” o «argumentar» significa dar razones de lo que usted cree, entonces eso es precisamente lo que deberíamos estar haciendo. En todo caso, muchos cristianos deben hacerlo mucho más seguido de lo que lo hacen ahora.
Considere que Cristo y los apóstoles discutieron y argumentaron muchísimo y, bueno, ¿Qué haría Jesús? Ya lo sabemos: entonces también nosotros debemos seguir su ejemplo!
Después de todo, ¿qué es exactamente lo que pensamos que estaba pasando cuando Jesús habló a los fariseos? Discutir, ¿cierto? Y por lo general los fariseos se enfadaron muchísimo. Acusaron a Jesús de ser un demonio poseído blasfemo ya veces intentaron apedrearlo y empujarlo a un barranco.
Y los apóstoles no eran diferentes. Dos ejemplos serán suficientes. En Hechos 19:8 leemos que «Y entrando Pablo en la sinagoga, habló con denuedo por espacio de tres meses, discutiendo [ dialegomai ] y persuadiendo acerca del reino de Dios.» Luego, en Hechos 17:2-3 dice: «Y Pablo, como acostumbraba, fue a ellos, y por tres días de reposo discutió [ dialegomai ] con ellos, declarando y exponiendo por medio de las Escrituras, que era necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos.» Como es el caso de la Reina Valera 1960, la traducción podrá rendir dialegomai a veces como argumentar y otras veces como razonar, pero es la misma palabra griega.
Por supuesto, lo que está en juego aquí es significativo. Al diablo nada le agradaría más que cuando alguien cuestione el cristianismo, los creyentes nos quedemos pasivos mientras seguimos pensando que “no es bueno discutir.”
Por el contrario, lo que la iglesia necesita es de mucha gente capacitada para defender las verdades del cristianismo histórico. Responder a preguntas difíciles es de gran ánimo para la iglesia. Por ejemplo, considere Hechos 18:27-28: «Y queriendo [Apolos] pasar a Acaya, los hermanos le animaron, y escribieron a los discípulos que le recibiesen; y llegado él allá, fue de gran provecho a los que por la gracia habían creído; porque con gran vehemencia refutaba públicamente a los judíos, demostrando por las Escrituras que Jesús era el Cristo.»
¡Necesitamos más cristianos como Apolos!
1 Pedro 3:15: «Estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros.»
Amén.
