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En mis tiempos de escuela secundaria y preparatoria, ya hace unos ayeres, me gustaron muchísimo las artes marciales. Las películas de Ninjas y de Chuck Norris estaban en su apogeo. Aprendí Tae-Kwon-Do (Casi llego a cinta negra, no pude terminar por empezar mi carrera en otro estado), aprendí el manejo de armas blancas y me hice experto en el manejo de los “Chacos” (Nunchuks). Esta fascinación me llevó irremediablemente a aprender filosofías orientales, especialmente el ZEN budista. El problema de todo esto es que yo ¡ya era cristiano para entonces!
El budismo es una religión prácticamente atea.
¿Cuál era mi problema? Que no tenía discernimiento espiritual por ser todavía un “bebé” en la fe cristiana. Afortunadamente tuve maestros, mentores y amigos como Ken/Beth Hanna, Ricardo Guerrero, y Julio Cirnes que me jalaron y ayudaron a madurar. Contestaron mis preguntas pacientemente y finalmente llegué a entender que no podía seguir con las dos cosmovisiones en conflicto. Una de las dos tenía que ser desechada. ¡Bye Bye Zen!
Y esa fue gran parte de la clave: contestaron mis preguntas…me discipularon… Siguieron el mandato de Mateo 28:19.
Desafortunadamente, hoy el discipulado es algo muy, pero muy raro. Y es más raro donde debería ser aún más notable: en nuestros hogares con nuestros hijos. ¿Y quienes deberían ser los amigos, maestros y mentores haciendo el discipulado? Los padres, específicamente EL PAPÁ. Muchos desafortunadamente esperan que esto lo haga la iglesia en 1 o 2 horas los domingos o que lo haga su Mama.
Jesus no pasaba solo dos horas a la semana con sus discípulos.
Y de aquí que los niños no hagan preguntas de Dios o del Cristianismo.
Esta es la principal señal de que nuestros hijos no están desarrollando su fe: No tienen preguntas de Dios o la Biblia.
Simplemente viven una “fe prestada” de sus padres que no está bien fundamentada y eventualmente, 3 de cada 4 de ellos (según las últimas estadísticas) dejan el cristianismo. Me parte el alma cada vez que escucho una de estas historias. He hablado con muchos padres que han recibido las palabras más dolorosas que un padre cristiano pueda recibir:
“Papi, Mami, ya no creo en Dios. La Biblia no tiene Sentido.”
He hablado con varios de ellos después de su deconversión, pero generalmente, para entonces ya es demasiado tarde.
Ahora, ¿Por qué no están haciendo preguntas?
- Probablemente están recibiendo respuestas a las grandes cuestiones de la vida en otro lugar: internet, amigos en la escuela, maestros. En su mayoría, estas fuentes no son las mejores. Hay muchos buenos maestros, pero también hay muchos listos para destruir su fe. Sobre todo en la universidad. Internet está plagado de información falsa (y anti-cristiana) y los amigos…ni se diga.
- Tal vez tienen miedo a como vayas a reaccionar como padre. Como consecuencia, simplemente se prestan de tu fe temporalmente porque saben que eso es lo que se espera de ellos.
- Posiblemente no han sido aún expuestos a suficientes ideas anti-cristianas. Su fe no ha sido cuestionada. Usted como padre ¡hágales preguntas! Si no lo hace usted, alguien más lo va a hacer por usted. Hace tiempo mi hija me preguntó acerca de las creencias de los mormones (una compañera suya en la escuela es mormona) y en otra ocasión me pregunto qué ¿por qué Dios no perdona a Satanás y se “reconcilia” con él? Esta fue mi respuesta. Y eso que ella tiene 10 años apenas. Están expuestos, protéjalos con preguntas controladas.
Usted como padre ¡hágales preguntas! Si no lo hace usted, alguien más lo va a hacer por usted.
- A lo mejor no ven la importancia. Ven el cristianismo como cualquier otra materia; como lectura o matemáticas, o álgebra. Es simplemente “algo más” que aprender. Y esto es muchas veces porque usted y yo, como padres, no le damos importancia tampoco. ¡Ouch!
¿Qué podemos hacer?
- Prepárese usted como padre. Sea el líder espiritual que Dios ha llamado. Es nuestro trabajo. El Pastor es un mentor y guía, no es discipulador de nuestros hijos, ese es usted.
- Lea, lea mucho. Lea historia de la iglesia, apologética, teología sistemática y sobre todo lea su Biblia diario y asegúrese que sus hijos lo vean.
- Ame a su esposa y trátela bien. Ese es el mejor legado que les puede dejar a sus hijos. Ellos los están viendo. Sea usted también el guía espiritual de ella. Créame que su esposa lo verá a usted más atractivo. ¡En serio!
- Si ellos no hacen preguntas, entonces usted hágales preguntas. Puede conseguir la Biblia de Estudio Apologética en español. Ahí vienen cientos de preguntas contestadas o vea el sitio del William Lane Craig con cientos de preguntas difíciles contestadas a detalle.
- Haga del estudio bíblico un hábito con sus hijos y ore con ellos y por ellos. Si todos los padres hiciéramos esto, el ateísmo comenzaría a retroceder.
Si usted sigue estos pasos, le aseguro que sus hijos van a comenzar a cimentar su confianza en Jesús y en el cristianismo y a tener una FE sólida, duradera, y propia. Y cuando sean mayores “no se alejaran del camino” porque han sido instruidos.
Si se puede. ¡Tenga ánimo!
Inspirado en un mensaje de Natasha Crain
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Eso es verdad, yo soy creyente primero en mi generacion al unico Dios verdadero, mi familia creyente pero sin la sana doctrina, estuve perdido entre filosofias humanistas hasta toparme con pared, yo habria agradecido que mis padres me enseñaran lo que mi padre celestial me enseño, de igual forma Dios no deja que se pierdan sus escogidos, pero si hubiera sido de gran ayuda tener una figura que respondiera mis dudas.
Deacuerdo contigo Donato. gracias por tu comentario.